Email # 5: Los Tiempos Narrativos
- Marco Gentile
- 25 ago 2024
- 4 Min. de lectura

Una narraciĂłn es un evento que ya sucediĂł, de eso no hay duda; pero cĂłmo relatas los tiempos narrativos es tu problema. El hilo temporal es la fina lĂnea imaginaria que estableces en tu mente para dar un orden a los eventos; no como sucedieron, sino cĂłmo los vas a contar.
Mis padres se casaron mientras aĂșn estudiaban en la universidad. VivĂan âcomo la mayorĂa de los estudiantes que se van a la ciudadâ en una residencia estudiantil, ubicada en Barrio UniĂłn, estado Lara, en Venezuela.
Mi papå congeló sus estudios de profesor para dedicarse a trabajar, y mamå continuó estudiando en la UCLA hasta que los culminó. Luego, los papeles se invirtieron: mi padre retomó los estudios y mi madre comenzó a dar clases en una escuela técnica que se llamaba IBOA, en el municipio San Pablo de Yaracuy.
Por esas fechas, mi papĂĄ vendĂa enciclopedias para ayudar a mi mamĂĄ con los gastos, y recuerdo que a los 7 u 8 años me regalĂł los 16 tomos de la Enciclopedia Barza, una lujosa colecciĂłn de cuero con letras Ăłrficas grabadas en bajo relieve, con hojas muy delgadas de glasĂ©. AdemĂĄs, de forma intercalada, tenĂa hojas transparentes para descomponer, como diapositivas, los objetos en una muy ingeniosa simulaciĂłn de 3D. Para la Ă©poca, era lo mĂĄs tecnolĂłgico que se podĂa encontrar en el campo intelectual.
Mi madre tenĂa la costumbre de llevarme al trabajo, y mientras ella dictaba sus clases, yo leĂa mi tomo 1, 2, 3, o cualquiera que me provocara llevar el dĂa que la acompañaba.
Hoy recuerdo, no sĂ© por quĂ© causa, que un dĂa estaba leyendo el tomo correspondiente a âHidrolasas - MabrĂșâ y se me acercĂł Melvin Mora, un muchacho que luego se convertirĂa en un famoso jugador de bĂ©isbol en los Estados Unidos.
â ÂżEstĂĄs viendo los dibujitos? âme preguntĂł.Â
âNo, estoy leyendo un resumen de la IlĂada.Â
â ÂĄVacĂe! ÂżY este tripĂłn lee, profesora? âle espetĂł a mi mamĂĄ.
Entonces mi mamĂĄ me llamĂł al frente de la clase. Yo tomĂ© mi libro, que en mis pequeñas manos se veĂa como un enorme libro de brujerĂa... y empecĂ©:
âHomero, a quien se atribuyen las novelas mitolĂłgicas comprendidas entre los perĂodosâŠâ
Melvin abrĂa la boca, cada vez mĂĄs, al oĂrme saltar de pĂĄrrafo a pĂĄrrafo sin detener mi fluida lectura, y se fijaba minuciosamente en un movimiento que yo hacĂa para imitar a mi papĂĄ, moviendo mis dedos sobre la esquina del libro y separando las hojas como si estuviera contando billetes mientras leĂa.
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AnĂĄlisis Literario
Todo lo antes expuesto sucediĂł. Pero la intenciĂłn de colocarlo acĂĄ no era para burlarme de Melvin âque, en realidad, se convirtiĂł en mi mejor amigo en el IBOAâ, sino para destacar los tiempos narrativos.
Una narraciĂłn es un evento que ya sucediĂł, de eso no hay duda; pero cĂłmo lo narras es tu problema. El hilo temporal es la fina lĂnea imaginaria que estableces en tu mente para dar un orden a los eventos, no como sucedieron, sino cĂłmo los vas a contar.
Entre el primer y el Ășltimo pĂĄrrafo de mi anĂ©cdota pasaron 7 u 8 años. En el primer y segundo pĂĄrrafo, respetĂ© la secuencia cronolĂłgica, pero en el tercer pĂĄrrafo la rompĂ para introducir un elemento que habĂa sucedido antes, pero que, en ese orden, explicaba mejor el contexto de la historia. Esos saltos temporales de la narraciĂłn son tĂ©cnicas para ubicar al lector donde uno lo quiere, enrollando el pabilo de una historia que solo mĂĄs adelante podrĂĄ comprender.
Luego estĂĄn las burbujas temporales. Son pequeñas narraciones que insertas en medio de un cuento, a modo de microrelato, que enriquecen la perspectiva del lector acerca del tema narrado, o simplemente un pequeño universo para explicar por quĂ© una persona tiene tales o cuales caracterĂsticas en su carĂĄcter.
Las burbujas, bien trabajadas, suelen conferir a la historia mucha elegancia y mantienen al lector interesado en los detalles del relato. En mi relato, la burbuja empezĂł en âHoy recuerdo, no sĂ© por quĂ© razĂłnâŠâ. AllĂ insertĂ© un elemento para avisarle al inconsciente del lector que la historia se habĂa interrumpido y lo estaba llevando a otra Ă©poca en el tiempo. En el cine se aplican tĂ©cnicas visuales para hacer estos saltos, pero en la narrativa debes ser muy intencional en las palabras que usas para insertar tus burbujas.
Los escritores latinoamericanos experimentaron con los tiempos narrativos hasta que se cansaron. Es muy difĂcil que uno, a estas alturas, consiga nuevas configuraciones para manipular los tiempos. A los escritores noveles siempre les digo que no se descoquen experimentando sin dominar los principios bĂĄsicos; si no saben contar bien una historia, de principio a fin, en un hilo conductor progresivo... ÂżQuĂ© sentido tiene crear complicadas burbujas y laberintos narrativos, solo para luego perderse en interminables explicaciones que intentan dar contexto a la historia?
Hablen en pasado perfecto la mar de veces; y de vez en cuando, sin abusar, pueden usar el pretĂ©rito, pospretĂ©rito y presente perfecto en sus construcciones. Todo es por peldaños, pero deben saber contar una historia de manera conservadora, para luego desmembrarla y cocinarla en varias pailas, agregar elementos como cuando cocinas una paella, y servirla en una mesa rotativa como en la gastronomĂa asiĂĄtica.
Se me terminĂł el tiempo de trabajo, ya estoy mareado; la quimioterapia solo me permite tres o cuatro horas frente a la computadora, en el prĂłximo email seguimos con este tema, pues tiene mucha tela para deshilachar...
Bendiciones.
"Los Tiempos Narrativos" es un texto del libro:
Lo que aprendĂ del error
Antimanual para nuevos Redactores
Autor: Marco Gentile.
Puedes leerlo gratis desde el primer email aquĂ: